Suelo consultar el tiempo cada día, para saber que ropa nos pondremos y que actividades podremos hacer esa tarde…
Sabia que el miércoles festivo seria un día de lluvia, así que consulté las salas de teatro que solemos visitar (Teatro Gurdulú y La escalera de Jacob) para saber si tenían programación infantil (y no, no tenían), mire en algunas guías de Madrid por si un museo podría ser una buena idea…. En fin, que me pase la tarde del martes pensando y pensando que es lo que podríamos hacer un día de lluvia. Pero a veces, las cosas son más sencillas.
Alejandra se levantó dando saltos de alegría porque estaba lloviendo, casi no nos dio tiempo a ir a por la botas de agua y el chubasquero.
Aun con el pijama puesto y el pelo desordenado (y las botas del revés), se lanzó a pisar charcos y entonces me di cuenta: a veces no es necesaria tanta planificación, a veces un día de lluvia puede ser el plan perfecto, saltar charcos y jugar con agua es tan divertido que no es necesario nada más.
Las botas de agua son un imprescindible en el armario de Alejandra desde que aprendió a andar y desde que descubrimos las de la marca Igor repetimos cada año, no solo son de una calidad extraordinaria, sino que además los diseños enamoran.
Las compramos a través de la zapatería on line Pasittos que además de tener envíos gratis a toda España y Portugal, sino que además entregan en 24 horas. Además, en la pagina su web tienes unas tablas de medidas súper utiles para saber la talla que tienes que pedir.
Así que, olvídate de que se constiparán, porque lo harán de todas maneras, aunque les prives de la alegría de saltar charcos.
3 Comments
Jjajaaj.. con las botas al revés y todo… !!
Totalmente de acuerdo, muchas veces nos olvidamos de la felicidad de las pequeñas cosas.
Menos mal que están los niños para recordarnoslo….