A muchas personas les gustaría disponer de un cuarto de baño más grande y espacioso, en el que estar más cómodos, y poder llevar a cabo las tareas de aseo con mayor facilidad. Una opción es meterse en una gran obra y restar espacio a otra habitación del hogar, pero la más sencilla y accesible, es cambiar la bañera por una ducha. Si crees que esa puede ser tu solución a este problema, entra en Conducha.es e infórmate de la mejor manera para poder llevar a cambio el cambio de la bañera por una ducha.
Las bañeras ocupan más espacio que las duchas
Todas las bañeras son grandes y espaciosas, pues están pensadas para contener y almacenar una gran cantidad de agua en la que alguien pueda darse un baño. El tamaño de la bañera puede llegar a convertirse en un problema si el cuarto de baño es reducido.
Lo cierto es que muy pocas personas utilizan la bañera para el fin que está pensado, ya que llenarla hasta arriba de agua es un gasto innecesario y que no beneficia en nada al medio ambiente. Lo normal es utilizar las bañeras como si fuesen duchas y, para eso, mejor contar con una ducha de verdad.
La ventaja principal es que ocupan mucho menos espacio y te dejan lugar para que puedas moverte con más libertad o colocar algún mueble auxiliar de más en tu cuarto de baño.
Además, si eres un fanático de la decoración, las opciones que te presentan las duchas son mucho más amplias que las bañeras: grifería, estilo, mamparas… Las duchas resultan mucho más decorativas y sofisticadas que las bañeras, por lo que hacer el cambio solo supone ventajas.
En definitiva, si tienes una bañera y quieres ganar espacio en tu cuarto de baño, la mejor forma de conseguirlo es cambiando esa bañera por una ducha. Te ahorrarás el hacer obras mayores, tirando tabiques y teniendo que reconstruir tu cuarto de baño y la habitación contigua, y conseguirás darle un toque diferente a tu baño.
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