Nos encanta la vida al aire libre, por eso, en cuanto las temperaturas lo permite, nos lanzamos a la montaña.
Una de las excursiones que repetimos todos los años desde hace ya muchos es la de ir a recoger moras. Se ha convertido en una tradición que marca el final del verano.Una de las sendas que más nos gusta es la que sube hasta la La Campanilla, en Navacerrada. Es una senda muy cómoda, con senderos amplios y poco desnivel, ideal para hacer con niños. Cuando vamos a recoger mora, no solemos hacer el recorrido completo. Comenzamos recogiendo los frutos cerca del aparcamiento y luego montamos el campamento cerca del río para comer, echar la siesta, jugar y lo que surja.
Este año, además hemos aprovechado para recoger piñas con las que decoraremos la casa este otoño.
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