cómo renovar un mueble: una vieja mesa

Los que me seguis por instagram conoceis de sobra mi pasión por la renovación y restauración de muebles y sois muchos los que me habeis preguntado cómo renovar un mueble

Desde hace algún tiempo vengo dando una segunda vida a muebles que tenia por casa, que encuentro por la calle o que compro de segunda mano con la intención desde el principio de trabajar con ellos para poder volver a disfrutarlos con un nuevo aspecto.

Hasta ahora he compartido toda la información y el proceso a través de las redes, pero es cierto que desde el primer mueble al que me enfrenté, hasta ahora he aprendido mucho y poderlo consultar todo en una entrada del blog puede ayudar a otros a lanzarse a esta tarea.

Material para renovar un mueble.

En Una vida en el Pueblo ya escribí un post sobre los materiales básicos para restaurar muebles.

Estos son basicamente:

• Liojadora y lijas
• Tapaporos
• Pintura
• Cera o barniz de acabado

A estos materiales he añadido uno recientemente que por su precio y versatilidad se ha convertido sin duda en un básico en mi taller del que difícilmente podría ya prescindir.

Se trata de la pistola de calor de Wagner con la los procesos de decapado se convierten en una tarea sencilla y llevadera y no como antes que era un largo y latoso proceso de lijado para conseguir desprender a los muebles de su pintura.

Cómo renovar una antigua mesa.

Esta mesa que puede rescatar de un contenedor es una mesa clásica de cocina de madera maciza con algunos daños causados por la carcoma.

Después de una limpieza con un quitagrasas y una vez tengamos claro el resultado que queremos lograr, es el momento de ponernos manos a la obra.

Para el sobre tenia claro que quería recuperar la madera natura, así que con la ayuda de la pistola de calor de Wagner y una espátula, retiré todo el antiguo barniz de la superficie.

Una vez retirado el barniz es el momento de tapar con el tapaporos todas las imperfecciones, que en este caso eran, principalmente, causadas por la carcoma.

Pasado el tiempo de secado marcado por el fabricante, es el momento de lijar. Para conseguir un acabado perfecto empecé con la lija del grano 40, posteriormente 120 y terminé con la 210 para conseguir una superficie pulida que sellé con cera incolora.

Para el resto del mueble, basto con una pasada ligera de lija del 40. En este caso lo hice con la mano porque es más adecuado para cubrir toda la superficie de las patas redondeadas.

Como el resto del mueble se pintaría no era necesario retirar por completo el barniz, sino con una pasada para abrir el poro (rallando la madera) era suficiente.

Para la pintura, aposté (como casi siempre) por la pintura a la tiza (aqui te explico los motivos) y una cera incolora para terminar y proteger el mueble.

Un tirador nuevo fue el ultimo toque antes de colocarla en su lugar definitivo.