Los niños entre los 6 y los 12 meses se abren al mundo a través de los sentidos. Con las manos, la boca y los ojos son capaces de percibir y descubrir el mundo que les rodea.
Lo que les interesa, lo que buscan y lo que aprenden depende del mundo que nosotros les ofrecemos y les ponemos al alcance, lo que les mostramos.