¿Quien no sueña con tener la casa siempre limpia? Hay formas de evitar que la limpieza de nuestro hogar se nos haga cuesta arriba, que no lo estemos siempre posponiendolo, que no ocupe el ultimo lugar de las tareas por hacer y que no tengamos que hacer un maratón de limpieza antes de la visita de unos amigos.
Siguiendo estos sencillos pasos, disfrutarás de una casa limpia mientras puedes dedicarte a otra cosa que te apetezca más.
1. La importancia de la rutina.
Lo primero y mas importante es tener una rutina y lo segundo y más importante casi, es que cumplas esa rutina.
Lo ideal es que te hagas con tu propia rutina, solo tu sabes si necesitas poner el lavavajillas a diario o en tu casa solo se necesita cada tres días, si con una lavadora al día es suficiente o por el contrario necesitas dos o tres…
Recuerda que 20 días hacen un hábito: repite tu rutina durante 20 días y luego lo harás sin darte cuenta.
2. Ensuciar y recoger
Para no tener que dedicar parte de nuestro tiempo libre a recoger, lo mejor es no tener que recoger.
Si siempre que acabas con una actividad vuelves cada cosa a su sitio, por mucha pereza que a veces dé, evitarás tener que dedicar 30 minutos cada dia a devolver cada cosa a su sitio.
3. Utensilios limpios
No podemos evitar que dedicarnos a arreglar la casa sea una tarea que no nos guste, pero podemos hacerla más agradable si nos encontramos con un cepillo y una fregona limpios y ordenados, además de que harán más eficaz tu tarea.
Para ello hay que dedicar un tiempo a cuidarlos. Sacudir el cepillo después de barrer o dejar cada noche la fregona en un cubo con lejía solo te llevará unos segundos y lo agradecerás al día siguiente cuando te los encuentres limpios
4. Ordena la ropa
La colada siempre es una de las tareas tediosas y que más se repiten, pero es imprescindible, por eso es mejor no dejar que nos supere: enfrentarse a una montaña de ropa es mucho peor que a un puñado de ella.
Cuando recojas la ropa seca de la cuerda o de la secadora, no la amontones en un armario o bolsa de plancha, ves doblando y seleccionándola por montones según las habitaciones en las que se guarde y un montón con toda la ropa que necesita ser planchada. Puedes dedicarte a plancharla cada día o puedes juntar esa tarea y asignar un día de la semana a la plancha.
5. Cinco minutos en una zona
Dedica cada día 5 minutos a organizar un rincón de la casa, cualquier rincón, cualquier cajón, armario….pero solo 5 minutos.
Elije la zona, pon en marcha el cronometro y manos a la obra! Tira todo lo que ya no quieres y que sigue ocupando espacio en tu zona y vuelve a su lugar lo que no está en su sitio.
Cuando suene la alarma, se acabó por hoy. Si no has terminado, no pasa nada, puedes volver mañana o en otro momento, piensa que ya está mejor de lo que estaba ayer.
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