Como en muchos hogares en España, en nuestra familia, a diario, la única comida que compartimos es la cena. En estas ocasiones (por supuesto, sin tele), aprovechamos para contarnos nuestro día a día.
Pero las confesiones más importantes las hacemos justo antes de dormir.
Desde que Alejandra tenia 2 años, empezamos a preguntarle cada noche dos preguntas que consideramos importantísimas:
- ¿qué es lo que más te ha gustado del día?
- ¿qué es lo que menos te ha gustado del día?
Estas dos preguntas dan pie a que podamos conocer un poco más las experiencias que nuestra hija ha vivido, sobre todo cuando nosotros pasabamos tanto tiempo trabajando y tan poco con ella.
Las primeros meses, las respuestas eran cortas y a menudo lo que más le gustaba era algo que había pasado hacia una semana, pero con el tiempo, nosotros aprendimos a escuchar y ella a confiar en nosotros.
Poco tiempo después, y animados por la experiencia positiva, decidimos introducir una nueva pregunta:
- ¿qué es lo que más te preocupa?
Al cumplir los tres años, hemos introducido dos preguntas más:
- ¿qué has aprendido hoy?
- si tuviésemos que sacar a un niñ@ de tu clase, ¿a quién sacaríamos?
La primera de estas dos preguntas no suele tener respuestas muy coherentes de momento, quizás es un poco pronto aun.
La segunda nos trae respuestas sorprendentes, muy útiles para conocer su relación con los compañeros de su guardería y más adelante nos servirá para reconocer casos de bullying.
Y tu, ¿qué rutinas sigues antes de dormir? ¿te animas con algunas de estas preguntas?
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